IMPRESCINDIBLE EN ISLANDIA
Islandia tiene tantas maravillas que ver que a veces no se sabe por dónde empezar.
Los turistas suelen llegar al país en avión vía Reykjavik. Por ello no está de más visitar la capital, una ciudad bastante fácil de recorrer, igual que todas las de Islandia, dado su tamaño. Dicen que la noche capitalina es de las más animadas de Europa.
Para viajar por el territorio islandés lo mejor es coger la carretera Hringvegur (Þjóðvegur 1), que hace una circunvalación recorriendo toda la costa. Además de ser lo más cómodo, casi todos los lugares de interés se encuentran en la ruta. Solamente hay que tener precaución, ya que algunos tramos todavía están sin asfaltar y hacer caso de las posibles señalizaciones que se puedan encontrar.
El llamado Círculo Dorado es una de las zonas que hay que ver. Es en estos parajes donde se encuentra Geysir, el géiser que da fama a todos los demás, aunque en las fotos el que suele salir es Strokkur, su compañero, regular como un reloj.
También es imprescindible el Parque Nacional de Vatnajökull, donde se encuentra el mayor glaciar de Europa, la famosa "gran mancha blanca" que se ve en los mapas, y en cuyo territorio hay cascadas, volcanes, géiseres, grutas y paisajes maravillosos.
No se puede ir a Islandia y no bañarse en una de sus múltiples piscinas geotérmicas. La más conocida, la Laguna Azul. Para los más intrépidos, el cráter Viti o las muchas piscinas naturales dispersas por todo el país.
Y, para terminar, todo el que visita un país ha de probar algo de su gastronomía. Si el hákarl te resulta demasiado diferente a lo ya conocido, siempre podrás comer un buen perrito caliente islandés.
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